viernes, 30 de octubre de 2015

Y dijo Dios …No mataras




Y Dios, se sentó sobre el aire viendo pasar  los desiertos y sintió  sobre Él la estéril tierra desgarrarse, ya nada importa en este mundo de miseria, y yo solo puedo  ofrecer mis lagrimas para regar esas raíces sedientas ,que devoran su vientre, demasiada sed, para tan pocas lagrimas, no puede  enraizar ni un solo pensamiento regenerador que nos devuelva la dignidad entre tanta maleza podrida
Como bandadas de aves migratorias cruzan los desiertos de la sinrazón los hijos de la nada, dejando  sus  ajado cuerpos convertidos por un día en titulares impresos

Y  yo pienso en esos caminos enfangados, en el frio, en el miedo, el hambre donde los minutos deben de ser eternos y solo tengo mis palabras para gritar en este desierto que nos hemos convertido y donde aquel Dios que me pintaron se ha quedado dormido y no se entera de que aquellos que Él llamo sus hijos se están matando  y que miles de Judas juegan a ser dioses.
 Pero claro está, esto son solo cosas... de la abuela Carmen que ve como nuestro mundo es solo un castillo de naipe que cae por los intereses de unos cuantos.  

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