Tan mustio estaba el jardín
tan triste y tan silencioso
que el jardinero sufría
de no verlo más hermoso.
¿Qué os pasa? les preguntaba;
Si con mimo siempre os cuido
¿Porqué estáis siempre tan tristes,
si sois mi bien más querido.?
¿Cómo puedo ser feliz,
dijo- el roble ¡Ay Señor!
si es el pino más esbelto,
más verde y alto que yo?.
Y el que pino le contesto;
Yo sí que soy infeliz,
nunca, ,jamás, podré dar
los frutos, que da la vid.
La vid dijo; al escucharlos
¿Y no sentís mis sollozos?
quiero ser la bella rosa
que crece junto los fosos.
Yo quiero ser como el roble
dijo la rosa llorando,
con ese tronco tan fuerte
que nadie puede doblarlo.
Llorando sus desventuras
el jardín adormecía.
y nadie estaba contento
con aquello que tenía
En un rincón escondido
el jardinero encontró
un clavel que florecía
con exultante color
Extrañado el jardinero
con sorpresa preguntó
¿Y tú, no tienes tristeza?
¿ tú, quieres ser una flor?
Cuando tú a mi me sembraste
me plantaste cual clavel
y cada día me esfuerzo
para mejor florecer
Si soy clavel, quiero ser,
el más bello, entre los bellos,
no voy a perder el tiempo
llorando, como están ellos
Soy lo que soy, y así vivo
no quiero perder el tiempo
pensando en lo que no tengo
y en ese futuro incierto.
Disfruto, siempre del sol,
que da vida a mis colores,
disfruto del agua fresca
que con mimo tú nos pones.
Yo te ofrezco mi perfumen
y te alegro esté rincón
y yo no quiero amargarte
partiéndote el corazón
¿Quién va hacer por mí ,
lo que yo vine aquí hacer?
Solo somos, lo que somos
y así voy a florecer.
Escuchad bien al clavel
dijo el viejo jardinero,
en lo que os toque vivir
tenéis que ser los primeros
Levantaos cada día
sonriendo siempre a la vida
aprovechad lo que sois
jugando bien la partida.
Esta historia tan sencilla
me lo aplico cada días
Yo soy, lo que soy, sin más,
y ahí pongo mis energías.
Y no pretendo otra cosa,
mi parcela es solo mía
Quiero ser como el clavel
En el jardín de la vida.
Carmen Pacheco Sánchez
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