lunes, 23 de enero de 2017

ENTRE DIOSES



ENTRE DIOSES
En las puertas del Olimpo aquel día
estaba Baco  tan  borracho y tedio
que dudaba en si lloraba o si reía
porqué su mal no tenía ya remedio.

Neptuno que entre las aguas él vivía
le dijo, has de cumplir tu magisterio
mejor vino, que el agua de la ría
si llegas ahogado al cementerio

Atenas que alardea de sapiencia
dice a Baco, la vid como la higuera
debe tener dos cosecha cada año

Y tú Neptuno, tira de tu influencia,
no seas aguafiestas  pejiguera
que mariscada y vino no hacen daño.

Carmen Pacheco Sánchez

Qué sé yo, de nada.



Qué sé yo, de nada. 


No me preguntes, que yo no sé nada…

Que la vida, fue cayendo en mis manos

como  gotas de lluvia, en un día de otoño

y solo deje que me empapara.

Solamente eso…

No me preguntes,

 porque no tengo respuestas,

 bastante tengo yo con intentar

 entender mis negaciones.

 Yo solo sé que siempre hay erratas

y que es muy difícil escribir  con el trazo recto

Así que no me preguntes

porque yo cargo , con el peso de la ignorancia.


jueves, 12 de enero de 2017

UN CUADERNO EN BLANCO





UN CUADERNO EN BLANCO
¿Qué esperan tus virginales páginas?
¿Acaso aguardas unos firmes trazos
que florezcan en tu desértico blancor?
Ahora que estás listo para acoger
cada letra, cada palabra, cada línea,
cada verso … Yo te pregunto .
¿Serás capaz de llenar tus ausencias
con mi alma de poeta?
¿Zurcirás una cascada de monosílabos,
entre el tiempo y el espacio?
¿Esculpirás en negro sobre blanco
los sueños que tatúan mi piel?
Ellos quieren posarse en tus hojas,
como frágiles y suaves mariposas.
Y yo,  imagino mis manos
hambrientas y cómplices
de esa pluma.
dejando  mi verdad expuesta
con una gramática libre, sin ataduras,
con nostalgias de azules metáforas,
y arañando los coloridos verbos.
Si, escribiré mis poemas,
con mis manos desnudas,
y en tus desnudas paginas,
y con nanas  de vocablos
te acunaré entre mis brazo
con los ecos acompasado del viento
para llenarte de mí.
Carmen Pacheco Sánchez

miércoles, 11 de enero de 2017

Ama de casa, una propiedad agobiante




Llevaba días de mala leche, todo parecía molestarle, el insomnio martirizaba sus noches y parecía que el reloj no avanzaba, se levanto y se miro al espejo, sus ojos parecían lo de un pez muerto, abiertos y sin vida, se tomaría una taza de leche y prepararía los desayunos de los demás

Un sorbo de leche y se quedo parada, estática, no sabía cuánto tiempo estuvo así, hasta que reacciono al sentir que la leche mojaba sus piernas.

Se metió en el baño, una ducha ligera, se puso un pantalón cómodo, una camiseta, metió varias prendas en una maleta y espero en la cocina.

 -Esta mi desayuno mamá, dijo su hija de veinte años, llego tarde a la universidad.

- Mamá, tengo partido ¿Y mi camiseta? -dijo su hijo

-Cariño, ¿Has visto las llaves del coche? Gritó el marido desde lejos

Sonrió dijo –Adiós, me voy de viaje, cogió la maleta y atravesó la puerta.

-Papa, dijo la hija, mamá se ha ido,

 -Vale, cuando venga dile que hoy vendré tarde y que mañana me voy de viaje, que me haga la maleta

 -Papa, mamá lleva una maleta y dice que se va de viaje

 – ¡COMO! Trae el teléfono que la llame, una musiquilla sonó en la mesa de la entrada, había dejado el teléfono y una nota decía:

Sé que volveré, pero no sé cuando, no quiero ser el ama de la casa, quiero ser la dueña de mi vida. Besos mamá