Nací al final del 49, cuando la espiral de una época estaba en un punto bajo , aun los
coletazos de la guerra española marcaba nuestras vidas, yo vivía en un mundo
donde lo normal era la pobreza y las clases se repartían en , pobres de solemnidad
,pobreza extrema, pobreza moderada, los
medios ricos y los ricos. ( lo de los ricos ,lo imaginábamos, pues solo los conocíamos por las películas y aquello podía
ser verdad ,o no)
Mi mundo, era un mundo sin nada, aunque mi padre era
un asalariado, por lo tanto mi pobreza era moderada, ya que podía comer todos los días y tenia zapatos y
un abrigo para el invierno , tenía lo suficientes para vivir con dignidad,
dentro de aquella pobreza desoladora que arrasaba nuestro país, y al mundo, ya que también hacia
poco que la guerra mundial había terminado
Donde nada hay, nada
se desea, daba lo mismo ir a un lado que a otro, pues en un par de maletas de
cartón cualquier familia podía meter sus pertenencias y se ibas, de la nada, a nada.
El ciclo de la
espiral empezó a subir, conseguimos mejorar nuestras vidas, teníamos cosas que jamás
nos atrevimos ni a soñar, nuestros hijos empezaron a poder ir a las
universidades, y empezamos a disfrutar
de un bienestar, aquellas las clases sociales se fueron diluyendo y se formaron otras clases, las clase bajas, clases medias, clases altas y las
grandes fortunas.
Pero llego… De nuevo otro ciclo y la espiral
marcaba la curva del descenso, los de mi
generación lo vamos capeando, porque aprendimos a vivir con lo justo, estiramos
los euros y casi hacemos milagros, pues ayudamos a nuestros hijos, que solo han conocido le época del bienestar y
les serán más difícil la transición del todo, al nada.
Esa es la
sociedad en que vivimos, siempre regresaremos al pasado, viajaremos en un
espiral con ciclos bajos y ciclos altos . ¿Cuánto tardaremos en empezar a subir y
alcanzar ese máximo del nuevo trazo de la espiral? Eso es lo que no se sabe, porque
los valores de los que están fueran de esta espiral han cambiado y mientras nos les interese
seguiremos ahí.
Pero claro, como
siempre digo, estas son…Las cosas de la abuela Carmen
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