viernes, 18 de diciembre de 2015

Pretendiendo ser poeta



 Era un utópico sueño
poder hacer poesía,
y con constancia y empeño
las palabras siempre unía
 
Soñando a veces un verso
buscaba a mi alrededor.
 y ni siquiera el desánimo
de aquel sueño me apartó.
 
Ahonde en mis soledades,
 hice oasis, en desiertos.
Como un viejo trovador
pregonaba  yo mis versos.
 
Canté al amor y a los sueño,
al río y a las montañas
y a la luna , y a mi pueblo
y a mis raíces, y patria .

Cada letra fue sentida
desde muy dentro del alma
fui desnudando  mí pecho,
no quise dejarme nada.
 
Con jirones de mi piel
llene tantas hojas blancas,
que fui cubriendo mi vida
con palabras y palabras
 
A veces, asalte a musas,
otras, ellas me ayudaban.
 Insondables territorios
Donde  insegura pisaba
 
Allí batía  mis armas
de épicas y arduas batallas
que yo quise conquistar
con rabiosas dentelladas.
 
Y ante mi asombro yo observo
con  una inmensa alegría
que todo en mí es impaciencia
al buscar la poesía.
 
Y al parir un simple verso
 en maternales desvelos
lo acurruco entre mis brazos
y lo amamanto en mis senos.
 
 El  soneto, o el  romance
 el  Haiku, o el  poemilla
 décimas ,el ovillejos
o unas simples redondillas
 
Rimar, rimar y versar
siento  palabras que fluyen
y dejándome llevar
el poema se construye
 
Es un  río epistolario
que mi imaginación lleva
Es el  inmenso universo
donde  toco las estrellas.
 
Es el fango, la derrota,
la tierra en que me revuelco
es el agua de mi vida
es mi pan y mis sustento
 
Y este quimérico  afán
como una humilde aprendiz
todos los días me esfuerzo
en el arte de escribir

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