Por Francia entró…
El segundo caballo
Como afrontar
cada día las barbaries que nos rodean, si estamos rodeados de caballos bermejos,
esos caballos apocalípticos que la mitología bíblica vaticina y que se funde
entre las creencias y la ficción y van tomando el mundo disfrazados de extremistas,
nada hay peor en este mundo, que aquellos que se creen la verdad absoluta de su locura, la historia está
llena de estos movimientos, que ciclos, tras ciclos, pisotea con los cascos del fanatismo nuestras vidas.
Sus voluntades se
alimentan, de la sangre de vidas sencillas, sorprendidos por las espaldas,
atacadas a traición, si poderse defender, pues nunca pensaron que ellos, eran,
el objetivo de los fanáticos.
Los fanáticos,
son grupos infiltrados en nuestros mundos, que solapadamente nos invaden y se extiende como una mancha de aceite en medio del mar de las civilizaciones , no importa
que civilización sea, porque ellos ,no pertenecen a ninguna, nada más que a su
locura y su fanatismo .No debemos de mirar mal aquellos que pertenecen geográficamente
y culturalmente, a los que se afanan en matar en nombre de una religión ,caer
en ese error nos costara caro, pero hay que saber muy bien diferenciar y estar alerta, la
pasividad y el “eso a mí no me pasara” ha costado a lo largo de la historia
muchas vidas.
Hay hechos recientes
en nuestra historia, de otros fanáticos occidentales,
respetados por el mundo y ondeando la
bandera de una civilización progresista, también han contribuido a despertar a
la fiera y debemos que tener cuidado con ellos, su ego es tan perverso como sus religiones,
que algunos con la biblia en una mano y el poder en
la otra, no pensaron que estaban jugando
con las vidas de sus semejantes
Estas son mis reflexiones en estos días de dolor, yo no sé mucho de nada, pero los años te enseñan y vas aprendiendo a mirar más allá de lo que te quieren hacer ver
… Pero quizás esto son, solo cosas ,de la Abuela Carmen
Y mi corazón se
funde con el dolor de aquellos que perdieron a sus seres queridos
Estas son mis reflexiones en estos días de dolor, yo no sé mucho de nada, pero los años te enseñan y vas aprendiendo a mirar más allá de lo que te quieren hacer ver
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