No todo es blanco, ni todo es negro, eso me decía mi
madre. La vida está llena de matice y las apariencias a veces engañan, porque
nadie es bueno del todo, ni nadie es malo del todo, todos tenemos nuestros
puntos oscuros y nuestras luces , por eso debemos de mirar todo lo que nos
rodea con una mirada amplia y no solo
juzgar por las apariencias y la empatía hacia las personas ,es esencial para
la buena convivencia.
Recuerdo una vez , ver una señora vestida de forma para
mi ,muy estrafalaria y al criticarla, mi madre me dijo: Cuando ella va vestida así, es, porque se siente a gusto con esa ropa y eso collares, ¿No has pensado que
ella te puede ver a ti mal vestida? Así que desde entonces miro a los que son
distintos a mí, con naturalidad e intento no juzgarlo por su forma de pensar o de vestir y no me gusta ir en contra de la libertad de los demás. Expresar las ideas es un
derecho, mientras no las impongas, la vida sería más amable si aceptáramos a los
demás con sus luces y sus sombras y comprendamos que del blanco, al negro, hay una
gama de grises infinitos, donde todos cabemos. Y como siempre digo, vive y deja
vivir.
Pero claro, esto son solo cosas… de la abuela Carmen
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