miércoles, 11 de noviembre de 2015

LAS SEMILLAS DEL MAL



Estamos entrando en una era, donde cada vez los inviernos se hacen más largos y las primaveras de la vida van desapareciendo, ahora, solo el invierno desolado vemos en un horizonte plomizo, donde  van naciendo las negras flores del mal. 
Inviernos fríos  que hielan el corazón de los hombres, tempestades que zarandean las vidas de las gentes humildes,  graneros desnudos de bondad , tierras saqueadas por maquinarias destructoras, manos de garras avarientas, tierra fundida en oleoso petróleo, las semillas del mal se esparcen por esta tierra, dejada de la mano de un Dios pintado entre nubes, que no quiere pisar la tierra y la deja en manos de una jerarquía purpura, que falsea esas palabras, que algunos dice, que dijo… Falseada por intereses terrenales, verdugos de vírgenes  e ideales, fusionados con los poderes.
Se  ven, como miles de semillas del mal, van floreciendo y contaminando los valles de la vida, la frescura y los colores  apacibles se difuminan, solo la pestilencia  aflora entre las aguas emponzoñadas, y se va cubriendo la tierra con esas nocivas semillas  
Nosotros, parecemos  pasajeros inmóviles , blindados detrás de los cristales de las ventanillas de un tren ,que recorre ,un mundo llenos de raíles paralelos y estáticos ,sin posibilidad de bajarnos , porque nos van quitando las estaciones de la libertad, los que debían de  proteger nuestro mundo, nos  atemorizan para que no salgamos a defender ,ni siquiera esa mísera cuneta ,donde queda un poco de tierra limpia , donde tímidamente algunas humildes margaritas silvestres intentan florecer.
Que oscuro y triste veo el futuro, si no rompemos los cristales del tren que nos lleva a la nada. Solo la fuerza de palabra, cuando es honrada y tiene dignidad, debía ser suficiente para limpiar este cieno que cubre nuestras vidas, pero son tantos los que ya solo sobrevivir le cuesta, que no tienen fuerzas para bajar del tren del holocausto, en que nos han metido.
Pero claro, estas palabras, solo son las palabras… De la abuela Carmen  

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