Musa esquiva y traicionera
que de mi pluma reniegas,
mientras a mi ser le ruegas
que quede en ti prisionera.
Sin saber de qué manera
con tu fuerza me conjuras,
enredas mis escrituras;
luego tu favor me niegas
en tus brazos voy a ciegas
y me tientas sin mesuras.
Si al poeta y trovador
se le calla y amordaza
ya no hay ni calle, ni plaza,
ni ágora del soñador
Y este mundo aterrador
donde no existe mesura
se olvida de la ternura
y juegan con nuestros sueños
del mundo se hacen los dueños.
para dejarnos a oscuras.
Me pides sea valiente
sin importar lo que digan,
dejando que hablando sigan...
aquí voy cual penitente;
Nadando contra corriente
me arrastra tu ventolera
y quedando prisionera
al cerrarme las ventanas...
Ya no hay sueños, ni hay mañanas
y vivo de tu quimera.
me arrastra tu ventolera
y quedando prisionera
al cerrarme las ventanas...
Ya no hay sueños, ni hay mañanas
y vivo de tu quimera.
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