Tarde de otoño
A la oscura noche, temerosa
espera
la tarde, escondida tras las nubes.
Y el fuerte viento, cual cometa sube
a una bolsa de plástico rastrera.
En los confusos charcos de la acera
dibuja la farola
sus reflejos
y el brillo de su luz es un espejo
donde la lluvia inquieta corretea.
Un perro alza su
pata en la farola
rompiéndole su sueño más arcano
y escarba con sus patas, muy ufano,
alterando en el
charco la aureola.
En el viejo paraguas desgastado
los metales de
lluvia lo golpean
que inquietas y
alocadas me chorrean
mientras corro con
paso apresurado.
3-11-15 CARMEN PACHECO
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