Echar la culpa de lo que nos pasa a los otros y no asumir nuestra parte de culpa, nos lleva a ser víctimas y creemos que así podemos liberarnos de aquello que nos salió mal, pienso que es todo lo contrario, el victivismo nos hace prisionero del rencor y al no asumir nuestra parte de culpa, nunca, podemos ver, cuáles fueron ,la consecuencia de nuestros errores.
Asumirlo, dialogar y ponerse en la piel del otro, pues es la empatía un buen antídoto contra el odio o el desamor
Yo no puedo ser feliz , si la persona que está junto a mi ,tiene que sacrificar sus valores e ilusiones, para que yo este contenta.
Y hay que admitir que somos los únicos culpables de nuestros destino y que nuestras decisiones fueron las que nos llevaron donde estamos, porque somos, lo que a lo largo de la vida, hemos ido haciendo en cada momento
Pero claro … Eso
son, solo, Las cosas de la abuela Carmen
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