Quién comentaría al viento
que allí por la serranía
un pueblo muy blanco había
dónde está mi pensamiento.
Quién pudo decir al viento
que allí me baño de amores
que me perfumo de olores
y entre sus calles me pierdo
y que lejos de él me cuerdo
y en la distancia lo añore.
El viento forjó el
camino
por tus verdes alamedas,
mis pasos hacen veredas
y te puso en mi destino.
Soy eterno
peregrino
y con mis pies te hice un surco
por él mis recuerdos busco,
los llevó entre mi equipaje
junto al hermoso
paisaje
que en tu contorno adivino.
Trae el viento olor a siega
a vendimia y a verdeo
a
durillo y a poleo
que en el aire se despliega,
olor, que al alma sosiega.
Diviso los castañares,
rompen verdes olivares
por el camino del Monte,
me pierdo por su horizonte
y se me van mis pesares.
¡Ay! la Calle del Castillo
cuantas historias tú guardas
detrás de las puertas pardas
con perfil de balconcillo.
Es la brisa del Chorrillo
su viento alegre me espera.
Voy camino a la rivera
que asoma por Alamares
y
los dorados trigales
duermen cortados en la era.
Tu vasta geografía,
estandartes y linajes.
Cazalla pinta paisajes
con firme caligrafía.
Es hermosa alegoría
de nuestra tierra serrana,
que acogedora y cercana
que el viento lleva en su vuelo.
Y es placidez y consuelo
la que su belleza emana.
Palabras que al viento vuelan
palabras que en ti se inspiran
palabras que se respiran
y en mi cabeza revuelan .
Palabras que me regalan
mis amigos , tus paisajes
Palabras que son encajes
de rojas tejas y cal
que asoman a este brocal
para hacerte un homenaje.
Revista de Cazalla 2015
Carmen Pacheco Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario