lunes, 3 de febrero de 2014

CUANDO TENGAS HIJAS COMERÁS PESTIÑOS


(Cuando tengas hijas comerás pestiños"., es un cuento que yo escuchaba a mi abuelo, son de esos cuentos de tradición oral ,que se transmitían de una generación a otra ,solo recuerdo la idea del cuento y de ahí saque la historia, es un homenaje a mi abuelo que era un excelente narrador a pesar de no saber leer ni escribir, sus historias todas tenían una moraleja y con cada cuento nos transmitía una lección para la vida y para esas mujeres que sin estar escrito en ningún lado siempre fueron las herederas para cuidar a sus mayores )

El día después de la boda, la mujer muy solicita prepara al marido el desayuno, se ponen en la mesa, junto a la ventana desde allí divisaban toda la calle y estando desayunando vieron aparecer al padre del marido.

-Cariño – dice la mujer. Hay viene tu padre, voy a recoger  los pestiños, no quiero que nos vea comiendo tan temprano y vaya a pensar que somos unos glotones.

Recibieron al padre de él con cortesía y lo despidieron.

No había pasado ni una hora vieron desde la ventana al padre de ella.

-Pobre padre mío -dijo la mujer, que viejecito se está poniendo, cada día lo veo más débil voy a sacarle unos pestiños con un poco de café. Nada dijo el hombre y ayudo a su mujer a poner la mesa para su suegro.

Pasado un año la mujer se puso de parto, dando a luz a un hijo varón. La vecina que la atendía le dice -¿María quieres que se acerque mi marido al campo y le dé la noticia a tu marido?. Si, si dijo ella con mucho entusiasmo y así fue, el vecino se acerco donde el marido trabajaba y le dijo que su mujer ya había parido, el hombre que estaba labrando la tierra pregunto- ¿Y que fue?

- Un varón -dijo el vecino.

-Vale gracias.

El hombre siguió en su trabajo y cuando termino la jornada llego a casa y tranquilamente vio a su primer hijo varón.

Pasado un tiempo la mujer vuelve a quedar embarazada y nace otro hijo varón.

-Voy a llegarme a decirle a tu marido que tiene un nuevo hijo- le dijo el padre de ella.

-Como quieras padre, pero con el otro hasta que no termino el día no se acerco a verlo, él es muy tranquilo para estas cosas.

Efectivamente, cuando se entero siguió trabajando y una vez terminada la jornada vio a su segundo hijo varón.

Pasa el tiempo y un nuevo embarazo y de nuevo el parto, esta vez nació una niña

La madre de ella le dice-Hija tendrás que avisar a tu marido.

-Para qué avisarle madre, si él nunca viene hasta que no termina la jornada.

-Bueno, que él haga lo que quiera, tú cumple con tu deber y haz las cosas bien,y le mandas la  razón. Mira, el panadero pasara por allí, pues tiene que ir al cortijo de al lado a llevar el pan y que se lo diga si lo ve.

Así lo hicieron .El panadero cuando se paso por el camino le dijo –¡eh! Pedro que tu mujer ya pario de nuevo.

-¿Y esta vez que fue? –Pregunto el hombre.

Pues ha sido una chiquilla y la cría y la madre están bien, bueno ya lo sabes, dijo el panadero a modo de despedida.

Pedro, tira alegremente el azadón que tenia labrando la tierra y sale corriendo camino del pueblo sin parar, cuando llego a la casa lleno de contento con la emoción en su cara reflejada pregunta nervioso –Donde esta mi niña, donde esta mi hija.

-¡Pero marido! le dice su mujer asombrada, ¿Cómo es que has venido tan corriendo? Yo no te esperaba, cuando nacieron nuestros otros hijos te lo tomaste con tanta calma.

El hombre en ese momento soltó lo que desde tanto tiempo tenía guardado.

-Y que quieres mujer, esta será la que me saque los pestiños cuando yo sea viejo.

Cada uno que saque la moraleja que quiera.

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