sábado, 20 de agosto de 2011

Cazalla, te pinto con palabras




En ese cielo inmensamente azul
con pequeñas nubes algodonosas
tus abruptas montañas se perfilan
por el bello horizonte , silenciosas.

 Y simulando caminos tortuosos 
las estrechas veredas serpentean
Los matorrales de aulagas y jaras
y las viejas encinas te campean..

Por el verde olivar que se adormece
con el placido  sol del  mediodía.
Se oye a lo lejos el cansino grillo
que da al campo su alegre melodía.

Por aire revolotean los trinos
del canto musical de un  jilguero.
Los vientos impregnados con aromas
de orégano, alhucema y el  romero.

Sediento y seco el surco del arroyo
obstinado en el fluir del agua, espera
entre estériles y grises barracas
que preñan y dominan tus laderas.

Con un perezoso cencerrear
 un dócil rebaño pasta  y ramuja.
El bucólico paisaje de flores
con mi pluma sus pétalos dibuja

Yo me saturo de azules y de ocres,
 grises y pardos aterciopelados.
Saboreo el espacio, sorbo a sorbo;
quedan mis sentidos en ti atrapados
  
Mi corazón estático en el tiempo
y  extasiado en los versos del paisajes
Tus calles empinadas y tortuosas
el blanco de la cal, se hacen encajes

Dejándome llevar por los pinceles,
tu matriarcal iglesia y su figura,
me deslumbran los ojos con su imagen,
describiendo al detalle  su hermosura.

El sol calienta, pero no castiga,
con sus rayos alumbran y realza,
cada hoja, cada árbol y cada monte
allí donde la vista el hombre alcanza

  Me has prestados tus paisajes en versos
  línea a línea, yo te he  pintado 
me has tatuado la piel en cada trazo
dejándome tu impronta. Pueblo amado



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