EL CAMINO
Padre hoy haremos el
camino,
sé que duro y molesto.
Te llevare en mis
hombros
y créeme, que lo siento…
El asilo no es tan
malo,
ya sabes que lo lamento.
Pero entre el trabajo
y los hijos
apenas si tengo
tiempo…
-No te preocupes hijo
mío,
de verdad, que yo te
entiendo.
Anda despacio y
descansa
junto al pozo de ese
huerto.
Veras una piedra
grande
allí, puedes coger el
aliento.
pues hace algunos años,
hoy yo a ti te
confieso,
también lleve a mi
padre
al asilo de ese
pueblo.
Y comprendo lo que sientes
pero no hay más
remedio.
Que los viejos
estorbamos,
los achaques y estos
huesos
que de tanto trabajar
quedaron ya sin
remedios .
Hijo, no te preocupes
por mí
Que no seré el último
ni tampoco soy el
primero,
esto es una larga cadena
y tu hijo, lo harán
de nuevo.
El hijo mira a su
padre,
se le estremeció el
cuerpo.
-Padre súbase a mis
hombros
que lo llevo de regreso.
Yo romperé la cadena
dijo: el joven, al
mas viejo.
Terminemos esta
locura
y volvamos a nuestro
pueblo.
No quiero que un hijo
mío,
tenga que descansar en
la piedra,
junto al pozo de ese huerto.
Carmen Pacheco
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