Ayer, yo no era
quien soy hoy.
Hoy, no seré esa,
la que
mañana me espera.
Y a veces
queremos ser
la que nunca estará.
Las agujas del reloj
pasan
y ya nada es igual
segundo, a segundo
cambias
sin que importe el pasado,
cada día se vives algo
nuevo.
Las distancias y las
ausencias
solo son pausas.
Vuela, sin mirar hacia atrás
olvida las
consignas.
Que más allá de ti
misma,
cada día serás, esa
a la que le está esperando
un nuevo mañana.
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