Mis pies cansados
no terminan de andar las noches vacías, se abren las puertas a las mañanas y siguen
doloridos. Anclada en los sueños, sigo buscado
los azules cielos y los prados verdes.
A veces brindo
por nada , solo para sentir que sigo
andando, sonrió y me visto de optimismo, construyo tardes esplendidas ,bautizadas por
el rito de la convicción de que la vida son pasos de hormigas con significados traspapelados que
sin razones nos abordan y debemos asumir
como una realidad aplastante.
Esfuerzos sin
recompensas , efímeras y pequeñas cosas que llenan nuestras vidas y que debemos
aferrarnos a ellas , a veces, para no ver la realidad que nos envuelve.
Pero que sera de vosotros los jóvenes, esos jóvenes que mimamos que les enseñamos a vivir en libertad, los que recibieron unos conocimientos y ahora se les niega el derecho a recibir la recompensa por su esfuerzo y el de nosotros los padres, sacrificados por dales un mañana mejor al nuestro y que nos han robado
¿Cuantas noches vacías volveré andar sin encontrar el camino para ellos?
La rabia me hace maldecir los poderes que manipulan este mundo sin valores, donde el poder del dinero y la ambición de unos pocos dejan al mundo esclavizado,sin importarles nada mas que acumular más de lo que sus miserables vidas puedan gastar.
Hola Carmen, cuànta sabiduría en tus palabras! Me gustaría saber si eres la misma abuela Carmen que conocí vendiendi sus artesanías maravillosas en córdoba
ResponderEliminarHola Julia no soy esa abuela cordobesa que tú conociste, soy una abuela sevillana, una de tantas abuelas que hay por ahí preocupadas por el porvenir de los jóvenes.
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog y por dejar tu comentario Un abrazo Carmen