viernes, 13 de enero de 2012

EL LIBRE PENSAMIENTO

SONETO

Sí, yo también hubiese preferido,
al Dios que la inmortalidad se gana.
Es fácil rezar, luego lo profana
tu actitud de cristiano arrepentido.

Prefiero ser, ateo incomprendido
con la conciencia mía tan tirana;
Solo me juzgue mi alma soberana,
Sin recurrir al Dios que has esculpido.

No quiero esa tu fe por sepultura.
La libertad se pierde de ese modo.
El libre pensamiento me reclama.

¡Tal vez la vida así sea más dura¡
Sólo, sin Dios, sin fe. Mas lo doy todo.
Por ser tierra que libre se derrama.


Carmen Pacheco 2007

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